La colocación de una prótesis articular de cadera o rodilla consiste en una cirugía mediante la cual se sustituye la articulación que está dañada, debido al desgaste del cartílago que está degenerado, por una articulación artificial, una prótesis formada por biomateriales. La intervención en la mayoría de los casos se realiza bajo anestesia raquídea, aunque algunos pacientes prefieren una leve sedación para no oír los ruidos de la intervención que pueden resultar desagradables. A través de un abordaje quirúrgico, se llega a la articulación, se resecan las partes que están dañadas y se sustituyen por implantes de biomateriales que realizarán la misma función que tenía esta articulación.
Respecto a la intervención en la cadera, hay dos grandes tipos de fijación de estas prótesis. En el caso de los jóvenes, se utiliza una fijación denominada sin cemento, el implante o prótesis se coloca dentro del hueso a presión. Por el contrario, en las personas de edad avanzada cuya calidad ósea no es tan buena y el hueso es más débil, esta prótesis de debe fijar con cemento. Por otro lado, la intervención en la rodilla casi siempre requiere la fijación se realiza con cemento.
En ambas intervenciones, una vez implantada la prótesis y se han cerrado las incisiones de las capas musculares y la piel, el paciente puede empezar a realizar movimientos de las articulaciones.
Tras la implantación de una prótesis y un periodo de rehabilitación que oscila alrededor de 2 meses, se puede llevar una vida normal. Las prótesis están diseñadas para andar, subir y bajar escaleras, y realizar actividades físicas específicas como nadar o ir en bicicleta. Pero hay que evitar sobre todo ejercicios bruscos o de impacto como correr o deportes más competitivos. Éstos pueden realizarse ya que el objetivo de esta cirugía es recuperar la calidad de vida antes de la enfermedad, pero no se recomiendan. Aunque técnicamente se realizan sin dolor, debe tenerse en cuenta que los impactos o movimientos bruscos van dañando la prótesis siendo perjudicial en un futuro por la pérdida de la viabilidad del implante.