Esta cirugía es recomendable cuando un paciente, diagnosticado por un cirujano ortopédico de artrosis de cadera, considera que ha se llega al punto en el que el dolor que padece le limita, y no le permite llevar a cabo las actividades diarias tal y como levantarse y caminar, y cuando los síntomas no se alivian con medicación para el dolor.
Previamente a la operación, se lleva a cabo una evaluación del estado general de salud y de historial médico, se lleva a cabo un examen físico y realizan radiografías para obtener el diagnóstico final.
LA CIRUGÍA DE PRÓTESIS DE CADERA
La cirugía de prótesis de cadera, tiene una duración aproximada de menos de una hora.
La nueva articulación de cadera se inserta a través de una incisión en la piel de alrededor de 10 cm de largo.
Durante la operación, siempre administramos antibióticos para prevenir cualquier infección, heparina para prevenir coágulos de sangre, así como un bloqueador nervioso para mantener el dolor postoperatorio controlado y que así el paciente no experimente dolor en ningún momento.
POST CIRUGÍA DE PRÓTESIS DE CADERA
- Una vez concluye la operación, se traslada al paciente a una sala de recuperación durante un periodo de dos o tres horas para monitoriza al paciente mientras se recupera de la anestesia.
- Una vez despierto, se le llevará al paciente de vuelta a su habitación.
- El día posterior a la cirugía, empieza el proceso de rehabilitación, ese mismo día, también se ayuda al paciente a sentarse y se le anima a llevar a cabo sus primeros pasos con la ayuda de unas muletas.
Todos estos procesos se realizan bajo la supervisión de fisioterapeutas que guiarán al paciente a través de todo el proceso de recuperación.
El fisioterapeuta enseñará al paciente una serie de ejercicios para fortalecer y trabajar los músculos de la pierna, con el objetivo de recuperar el movimiento y así poder llevar a cabo a la mayor brevedad posible, las actividades cotidianas; caminar, subir y bajar.
En la mayoría de casos, el paciente es dado de alta el cuarto día de la cirugía. Las grapas se retiran después de dos semanas, y se recomienda no mojar la herida.
Aproximadamente, después de 3 – 6 semanas de la operación el paciente puede volver a la actividad habitual. Es frecuente sentir incomodidad o dolor con el movimiento y por la noche durante las primeras semanas, pero desaparecerá poco a poco.
Dr. Lluís Puig Verdié
Cirugía Ortopédica y Traumatología
Nº Colegiado: 28473